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Hola! en estas calurosas fechas y ya hasta terminado septiembre son varios los productos que seguro que tomarás o que verás en cualquier mesita de una terraza de bar. Frescos, dulces y con aspecto veraniego…helados, granizados y horchatas son algunos de ellos. Todos sabemos que (aunque los comamos de vez en cuando) los helados no son la mejor opción y por ello muchas veces optamos por otras variedades para cuando vamos por ahí pensando que tienen menos cantidad de azúcar y calorías. ¿Es esto cierto? ¿hay mucha diferencia entre unos y otros?
Antes de nada aclarar que son muchas las opciones fresquitas que tenemos para
pedir en un bar donde el azúcar está ausente, por ejemplo cortado con hielo,
café con leche con hielo, té con hielo, en alguna ocasión podemos optar por una
bebida azucarada versión «zero» y la maravillosa botellita de agua fría.
Pero sí, todos somos humanos y de vez en cuando nos apetece alguna de las
opciones «bomba», en ese caso ¿cuál es mejor elegir? ¿cuál es más
calórica? ¿hay mucha diferencia entre ellas en el contenido en azúcares y
grasas? En este artículo voy a centrarme en helados, granizados y horchata.
Empezemos por los productos estrella número uno. Aquí tenemos tres tipos de helados que podemos destacar: los helados típicos de heladería, esos que detienen a personas y personas en sus vitrinas observándolos como si de una obra de arte se tratara, los helados que van en sus bolsitas (frigopié, almendrados, helados de hielo…) y los helados de yogur, que no yogur helado. En todos ellos varía su valor nutricional en función de su forma de elaboración.
Cuando vamos a una heladería es mejor pedir una excedencia en el trabajo para ir con tiempo para decidir, ya que hemos pasado de los típicos sabores chocolate, vainilla, fresa y limón a una inmensidad de mezclas a cual más rica y calórica. Este tipo de helados más «artesanales» suelen estar elaborados con agua, grasa láctea (leche, nata o mantequilla) y azúcar a lo que se añaden otros ingredientes para variar los sabores como yema de huevo, chocolate, galletas, frutas, frutos secos…por lo que su valor nutricional varía bastante en función de sus ingredientes. No obstante, aproximadamente suelen contener alrededor de 200 kcal por ración, más del 10% de su peso en grasa y un 15% de azúcar. Por otro lado, también existen helados con este tipo de textura cremosa pero que están elaborados con grasas no lácteas, que aportan la textura deseada pero son mucho más saturadas y por tanto, menos recomendables. Estos suelen ser los helados más industriales que podemos encontrar en los supermercados, y que es preferible que miremos bien su listado de ingredientes antes de comprar.
También cremosos son los helados del Mc Donald’s los cuales no recomiendo en ningún caso. Extremadamente baratos por su pésima materia prima, aportan del orden de 420 kcal por ración, 35% de grasa saturada y 59% de azúcares, por lo que evidentemente no es una buena opción.
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Los llamados «polos»,
aportan del orden de 95 kcal por ración (igualmente varían según tipo), no
contienen grasa como en el caso anterior, están elaborados con un máximo de 88%
de agua pero cuidado con su contenido en azúcar, ya que puede ser elevado. Que
sea de hielo no significa que sea saludable.
Por otro lado tenemos los helados de yogur de los que ya hablé
en este post advirtiendo de que no hay que confundirse con
ellos ya que no son yogures helados si no helados normales con sabor yogur, con
su buen contenido en grasa, en azúcar y en calorías las cuáles se multiplican
al añadir los denominados «toppings» que van desde galletas y
chocolates hasta siropes de diversas clases.
Fuera de los helados están los granizados, esa opción refrescante por la que mucha gente opta para reducir calorías, azúcares y grasas. Son helados de hielo en estado semisólido los cuáles pueden aportar del orden de 150 kcal por un vaso de 250 ml y un contenido de azúcar del 12%. Los hay de diversos sabores pero lo cierto es que contienen poquísima fruta y en todos los casos simplemente se trata de agua con azúcar y sabores. Algo similar pasa con la horchata, una bebida refrescante que en muchas ocasiones se tiene por saludable.
Pues bien, es una bebida elaborada con chufas maceradas, agua y azúcar, concretamente con un 12% de azúcar aproximadamente a la que también le añadimos un 2,4% de grasas. Evidentemente aquí no entran los fartons, que incrementan considerablemente la felicidad pero también todos los valores de calorías, azúcares y grasas 😉
En verano pueden tomarse cualquiera de estas
opciones siempre siendo consciente de lo que aportan y controlando mucho la
frecuencia y cantidad. Es decir, podemos ir a tomarnos un helado pero preferiblemente
eligiendo la tarrina de menor tamaño y siempre y cuando el helado no sea de
consumo muy frecuente. Lo mismo ocurre con el resto de opciones.
En caso de elegir, escogería helados de hielo o granizados ya que reducimos el
aporte calórico, graso, y posiblemente el de azúcar (en función de cómo esté
elaborado). En cualquier caso todos estas opciones han de ser de consumo
ocasional y las podemos alternar con otras opciones más saludables como son los
tés con hielo, cafés con hielo, agua con gas y limón, cerveza sin alcohol…
Si os animáis, podéis elaborar en casa vuestro propio helado cremoso sin azúcar, con fruta natural y súper rico. Os dejo estas recetas del blog Equilibra’t de Silvia Romero, las cuales me gustan bastante 🙂
A disfrutar del verano!