
¡Hola a todxs! ¿cuantas veces habéis escuchado la frase “como saludable y hago deporte pero no pierdo peso”? o incluso os ha sucedido a alguno de vosotros. En el artículo de este mes voy a hablaros de dos cosas: una es de todos los factores que intervienen en la pérdida o ganancia de peso (porque no, no solo depende de las cosas que ingerimos), y la otra es de cuáles son los errores más frecuentes que se pueden tener a la hora de perder peso, y que pueden favorecer que el peso se estanque.
En primer lugar, repetir que el peso NO es el único ni tampoco
el mejor indicador de salud. Como ya dije en este artículo, lo realmente importante
es reducir la grasa corporal y además que el peso perdido sean en base a esto,
y no por perder masa muscular, que es una de las cosas comunes en las dietas
milagro.
Es realmente complicado hacer entender, en ocasiones, que el perder o no peso
no solo depende de lo que comemos o bebemos y del ejercicio físico que
realizamos, porque el ésto es lo que nos han hecho creer toda la vida. Lo cierto
es que hay muchísimos factores más que influyen, y es por eso que a veces
ocurre que dos personas que hacen el mismo “plan nutricional” tienen distintos
resultados.
La edad, la cultura y religión, la situación económica, el propio metabolismo,
la calidad de sueño, la genética, medicación, resistencia a la insulina,
organización de la dieta, la micrpbiota intestinal…son algunos de los factores
que afectan a la pérdida de peso. Os dejo aquí el esquema que elaboraron
Pablo Zumaquero y Natalia Moragues donde se exponen todos ellos.
Por ello, aunque sea complicado, es necesario no tirar la toalla a la primera
de cambio. EN muchas ocasiones puede pasar que el peso se estanca, aún comiendo
saludablemente y practicando ejercicio físico, y es importante tener en cuenta
que estas dos prácticas son solo dos de las que nos están influyendo en ese
camino de adelgazamiento. Y precisamente porque hay tantas cosas que nos
afectan, y que algunas de ellas están interrelacionadas, no debemos compararnos
con otras personas y con sus resultados.
AHORA BIEN, ¿CUÁLES SON LOS ERRORES MÁS FRECUENTES? ESOS QUE PUEDEN HACER POCO A POCO QUE NOS ESTANQUEMOS Y NO AVANCEMOS EN LA PÉRDIDA DE PESO.
Fijarnos solo en el número de la báscula
Esto viene al hilo de lo que he comentado al principio. La báscula nos da un
indicador, nada más. Desde luego si comenzamos a comer saludablemente y además
lo combinamos con bastante ejercicio físico, seguramente empecemos a generar
masa muscular, la cual pesa, reflejandose en la báscula y a la vez favoreciendo
que perdamos volumen corporal. Por tanto, tenemos que saber si la mayor parte
de nuestro peso proviene de la masa muscular o de la grasa.
No tener en cuenta las calorías bebidas
Parece que le prestamos más atención a los alimentos sólidos, pero lo cierto es
que las bebidas pueden aportarnos calorías extra bastante importantes, además
de azúcares. Alcohol, bebidas azucaradas, zumos industriales, batidos,
etc…todos ellos nos aportan nutrientes nada interesantes, y en muchas
ocasiones, ni nos enteramos.
Aumentar el consumo de productos light
Todos estos productos están enfocados a las personas que quieren cuidarse y
perder peso, pero realmente el término “light” solo nos indica que tiene al
menos un 30% menos de calorías que el producto homólogo. Esto no quiere decir
que sea bajo en calorías, que no tenga azúcar añadido, que su grasa sea de
calidad… por tanto un producto light, normalmente, suele tener la misma mala calidad
que cualquier otro. Este tipo de productos favorece que se tome más cantidad,
porque se tiende a pensar que son saludables.
Fijarse únicamente en las calorías
Las calorías dan una información muy pobre. Digo esto porque tenemos que ir más
allá, y ver de donde vienen esas calorías, ya que por ejemplo, un plato de
lentejas aporta bastantes calorías pero vienen de nutrientes saludables y
necesarios, mientras que las calorías que pueda aportar una pizza industrial no
son nada interesantes para nuestro organismo. Es importante fijarse en la lista
de ingredientes de cada producto, indagar, y buscar si está libre de azúcares
añadidos, si la grasa utilizada es de calidad, y en definitiva si tiene buenos
ingredientes.
No hidratarse correctamente
Sí, sabemos que es importante beber agua, pero es importante tener en cuenta
que si no aportamos a nuestro cuerpo una adecuada cantidad de agua, podemos
obtaculizar la quema de grasa y además favorecer la retención de líquidos, y
esto puede provocar que tengamos un peso superior cuando nos subamos a la
báscula.
Comer cuanto menos mejor
Parece lógico que para perder peso hay que eliminar comida y cuanto menos se
coma, mejor. Con este punto ocurre similar que con las dietas milagro, ¿cuánto
tiempo de tu vida vas a estar comiendo como un pajarito? ¿cenando fruta? ninguna
persona en su sano juicio puede aguantar demasiado tiempo así, por lo tanto,
cuando se come muy poco con el objetivo de perder peso nuestro organismo entra
en la llamada “termogénesis adaptativa”, porque al reducir tanto las calorías
ingeridas, el cuerpo detecta que algo raro está pasando y lo que hace es
activar unos mecanismos ahorradores de energía. Cuando decides terminar con ese
suplicio de vida y comienzas a comer más cantidad, y a mantenterte saciado…acabas
recuperando el peso perdido.
Seguir dietas temporales
Si se hacen dietas estrictas que eliminan grupos de alimentos, ocurrirá que en
poco tiempo se abandone por aburrimiento y monotonía. Esto se traduce en la
recuperación del peso perdido debido a que no ha habido ningún tipo de
educación nutricional. Por esto es de tanta importancia centrarse en el cambio
de hábitos alimentarios, porque de esta manera se aprende a comer bien y no se
recuperará el peso perdido más adelante. Hay que tener claro que no es recomendable seguir
una DIETA temporal, si no cambiar los hábitos, APRENDER, para mantener ese
estilo de vida para siempre.