¿TE APETECE UN KEBAB?

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¡Hola! os voy a hablar sobre este tipo de “comida” que está bastante de moda y que realmente, pocas personas saben al 100% lo que están comiendo cuando se lo llevan a la boca. Sí, se sabe que es carne, pero ¿de qué tipo? y en cuanto al valor nutricional ¿qué nos aporta comer este tipo de comida rápida?

Vas a uno de estos establecimientos y te encuentras un troncho de carne pinchada en un palo dando vueltas, carne que no relacionas con nada a simple vista. Pues será ternera, será cerdo…lo cierto es que el origen de los ingredientes de los kebabs es muy dudoso. En estos establecimientos te dan a elegir, supuestamente, entre carne de pollo o de ternera. Pues bien, en muchos de los casos la ternera brilla por su ausencia a pesar de que digan que sí lo es.

Hace un tiempo, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) lanzó un estudio, donde analizaron 25 muestras de kebabs de “ternera” de distintos establecimientos. De los 25, únicamente uno era 100% de ternera, el resto llevaban mezclas de pollo, pavo y caballo. ¿Es que la carne de pollo, pavo o caballo es mala? Pues no, no es que sea mala, solo que si yo en una carta leo “kebab de ternera” lo que quiero y espero es que sea realmente de ternera y no que la mitad o más de la mitad sea de otra especie.

Además de intentar engañarnos con el origen de la carne, también se detectaron unas prácticas higiénicas lamentables, conteniendo mohos, levaduras, enterobacterias y coliformes y, en cuanto al valor nutricional, un kebab tiene una media de 740 calorías,  entre 24 y 68 gramos de hidratos de carbono, entre 21 y 47 gramos de proteína y además un 17-30% de su grasa esa saturada. Por si fuera poco, el contenido en sal de los kebabs ronda en torno a 4.5 gramos, siendo que la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo diario de menos de 5 gramos, es decir que comiéndote un kebab ya llegas prácticamente al máximo recomendado.

Por otro lado, los análisis de la OCU también encontraron cantidades extrañas de calcio en la carne, es decir que parte del hueso del animal se desmenuza conjuntamente con la masa. Esto está prohibido en el caso de las vacas ya que así se elimina el riesgo de transmisión de la encefalopatía espongiforme bovina. Esto nos vuelve a confirmar que en los tronchos de carne de “ternera” hay también de otras especies como el pollo o el pavo.

En resumen, un tipo de comida que no aporta absolutamente nada beneficioso, con una procedencia bastante dudosa, carne de muy mala calidad en la mayoría de los casos y con un alto contenido en calorías , grasas saturadas y sal… es para pensárselo dos veces ¿o no?.

(Os dejo este video donde se puede observar el proceso de elaboración de los kebab)

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